En las últimas semanas me he enterado de un montón de hechos, imaginaciones o rumores que me importan nada. Mi espacio informativo se ha visto invadido por rostros y nombre que, con benevolencia propia de tan melífluas fechas, puedo considerar irrelevantes, supérfluos. Pero supe de la muerte de Gonzalo Arias con unas dos semanas de retraso y por casualidad. Intenté averiguar si se debía a un ataque de autismo; hice una búsqueda a ver dónde salió la noticia. No salió, lo que viene a significar que no fue noticia. Poca gente ha hecho tanto en este país por la noviolencia; es decir, por abrir una ventana para ver las cosas de otro modo y vivir de otro modo.
Hace años que clasifico la información en pertinente, no pertinente y claramente impertinente. Me reafirmo.
1 comentario:
Gracias Araceli. No tenía ni idea de quién era Gonzalo Arias y después de tu (primer)post, y de una búsqueda rápida, lo escribo con pesar.
La búsqueda me ha permitido descubrir un luchador y un ejemplo de coherencia, hasta el final. Que sepas que la Fundació per la Pau sí que se había hecho eco de su muerte:
http://www.pangea.org/perlapau/fundacioperlapau/interior_actualitat.php?ID=188
La búsqueda me ha permitido además
descubrir algunas webs i blogs muy interesantes de los movimientos sociales andaluces. Por ejemplo G.A.S. un proyecto mediático autogestionado e independiente:
http://www.redasociativa.org/gas/?q=node/149
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