Núria Ribó en 59 segundos le preguntó a la embajadora de Haití en España (una fuente local: bien!) por algunas imágenes que, según ella, rozaban lo publicable. La embajadora estuvo contundente: basta de “esas” imágenes. Además, a los salvadores estadounidenses les recordó el Katrina, dijo que esperaba que las "peleas" de los donantes se tradujeran en un apoyo real y continuado, sin imposiciones, se mostró partidaria de "ordenar" el trabajo de las ONG y aseguró que, por supuesto, los haitianos podían hacerse cargo de su país, porque seguía viva mucha gente capaz.
Jacobo G. García, de El Mundo, debe haber levantado ampollas con su crítica pública a los compañeros desplazados a Haití: Rosa María Artal, ex de TVE, por su parte, ha matizado esta crítica muy adecuadamente: si no queremos militarización de la ayuda, tampoco espíritu guerrero en las crónicas. Milagros Pérez Oliva se ocupa del tema como Defensora del Lector de El País, pero se limita a responder a las críticas sobre la publicación de ciertas fotos, sin entrar en otros debates de profundidad.
Desde el sector, Francisco Rey y Jesús A. Núñez, del Iecah, resumen muy bien la indignación de los que nos dedicamos a la cooperación y los conflictos por esta “barra libre para la solidaridad de todo a cien” en que se han convertido las radios y televisiones.
En una de las cosas que acierta el periodista de El Mundo es en plantear cual debe ser el papel de la Aecid o de las las diferentes agencias de cooperación en estos casos: ¿facilitar el transporte y el alojamiento a los periodistas?, ¿ procurar que aparezcan sus logos en las crónicas?, ¿no sería mejor asegurarse de que los periodistas saben algo de ayuda humanitaria y de políticas de cooperación, o que disponen de información alternativa a la previsible? ¿los gabinetes de prensa de estas agencias orientan su trabajo según las estrategias que ellas mismas marcan de sensibilización y educación para el desarrollo?
En las facultades españolas solo un par de posgrados forman en periodismo de conflictos y paz o en periodismo preventivo. La Estrategia de Educación para el desarrollo de la Aecid, establece como línea prioritaria la “sensibilización y promoción de la educación para el desarrollo entre los profesionales de los medios de comunicación”. La cobertura sobre Haití muestra hasta qué punto esta tarea es prioritaria y urgente.
La Aecid se plantea incorporar asignaturas especializadas en las facultades de Ciencias de la Información; organizar seminarios, talleres y jornadas dirigidas a informar, formar y orientar a los profesionales de la información; incentivar su participación en reuniones nacionales e internacionales relacionadas con el desarrollo; fomentar y organizar encuentros de agentes y medios de comunicación de países donantes y socios para estudiar fórmulas que hagan posible el fomento de redes de comunicación alternativas, y que la voz del Sur sea la protagonista de la información transmitida en los países donantes, o crear un programa de intercambio que permita que profesionales de los medios de comunicación o estudiantes puedan realizar estancias formativas o de intercambio en medios de comunicación de los países socios, y en organismos internacionales relacionados con la cooperación al desarrollo.
Sólo medidas como éstas permitirán a los profesionales sensibles especializarse o descubrir por qué las coberturas actuales de catástrofes son contraproducentes para cualquier tipo de desarrollo futuro, y por qué reflexiones como las de M. Riviere son más profundamente educadoras y útiles, que las miles de páginas de Internacional desaprovechadas estos días:
Edificante principio de año: salvamos negritos en Haití mientras tratamos de hacerles la vida imposible en Vic, por ejemplo. Recorremos miles de kilómetros para alardear de generosidad y desprendimiento -caridad, al viejo estilo- en la feria de la beneficicencia global, pero somos incapaces de hacer un hueco a quien acude a nosotros.
3 comentarios:
Estic molt d'acord.
Ahir, a Cuatro, callejeros a Haití: imatges recurrents: nens als hospitals saturats, personal de Creu Roja desbordat,... i una periodista molt molt curiosa, preguntant: te has emocionado? Y tu no te emocionarías? pregunta el tècnic de Creu Roja. Això ja ho sabem dona, que són persones i es poden emocionar, però volem saber altres coses sobre Haití...
Pues me parece que ni CRUZ ROJA ni Francisco Rey pueden dar lecciones de tratamiento de catástrofes humanitarias... Más bien deberían callarse porque han sido protagonistas de todo tipo de tropelías!
lo de los periodistas ha sido una verguenza, con las historías increíbles que había para contar.
Formación si, decencia en los mass media también
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