Visité la expo Més fotoperiodisme. Visa pour l’image en el CCCB porque esa espalda negra me arrastró hasta ella. Y descubrí que esa espalda magnética era de la ugandesa Filda Adoch. Sigo enganchada a su historia, a su forma de ver el mundo, a su negativa a ser, sentirse o comportarse como una víctima a pesar de su discapacidad y de todas las violencias ejercidas sobre ella. Esa espalda es la espalda de todas las mujeres del Sur, y hay que saber mirarlas: según como las mires pueden parecer solo mutiladas y machacadas, pero puedes descubrirlas también resistentes y poderosas. Y con eso nos podemos identificar todas, de alguna manera.
Filda Adoch no habla solo con su cuerpo. La vemos y la escuchamos gracias a Martina Bacigalupo, fotoperiodista italiana que ha hecho un trabajo precioso muy en la línea de los proyectos de nuestro Gervasio, pero con alma de mujer. Filda ha sido fotografiada por iniciativa suya, con su con-sentimiento y ha hecho los comentarios a las fotos después de verlas, a propuesta de Martina. Si las fotos son buenas los pies de foto son pura conexión emocional. Una historia de sufrimiento, resistencia y superación contada a medias, una conexión que se construye en el diálogo de dos mujeres, en principio, extrañas: esa es la única y la mejor solidaridad.
Martina dice de Filda: “Es una guerrera. El primer día de la entrevista se presentó muy elegante, pero al día siguiente la encontré en el campo con el torso desnudo, el pelo corto, de rodillas, con sus muletas al lado y un hacha para trabajar. Una guerrera que se ocupa, sola, de los dieciocho miembros de su familia.”
Muy bueno también el texto introductorio de Christian Caujolle: ¿Como narrar una vivencia? ¿Cómo explicar los horrores de la historia? ¿Como informar sin quedarnos solo con los momentos de violencia exacerbada, visualmente tentadores por el espectáculo que ofrecen y que, en el modelo actual de información, se transformarán en unos momentos de actualidad mediática rápidamente reemplazados por otros? (…) Los cadáveres y las explosiones, la violencia y las mutilaciones, que sin duda se deben denunciar, se convierten –ahora que estamos rodeados de miles de imágenes y los límites entre realidad y ficción se difuminan- en anécdotas con un impacto visual que flirtea peligrosamente con las tendencias al voyeurisme" (texto aquí presente gracias a Joan Luzzatti, el fotógrafo consciente con quién ví la expo, que odia las negritas que le pongo a todo).
4 euros ben pagats. Fins al 3 de juny.
2 comentarios:
Nunca dejes de alimentar este blog que tanto bien nos hace. Gracias
También disfrute mucho con esta exposición y la historia de Filda fue de las mejores. Aunque con el grupo de amigos al que acudí, nos preguntábamos si los pies de foto no quedaban algo "simples". No sé. Fue una percepción, sin embargo el trabajo es increíble!
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