Contra la ética y la estética consumista

El primer factor de deterioro ambiental y humano es la indiferencia”. Por fin nuestra compañera Araceli Caballero publicó su libro.

¿Y protozoos por qué? Porque habiendo renunciado a ejercer de ciudadanos y ciudadanas para ser solo consumidores y consumidoras, nos hemos convertido en una nueva especie de protozoos, con aspecto humanoide, pero cuya vida consiste en tragar, en un amplio abanico de sentidos, incluidos los más coloquiales. Y abarcando no sólo los terrenos de lo material, puesto que el consumismo es un conjunto de comportamientos, hábitos y valores, un modelo de organización socioeconómica y de comportamiento individual, una ética, e incluso una estética.

Después de las últimas medidas anunciadas por Zapatero para acabar con la crisis, resulta particularmente interesante esta reflexión:

Si toda persona, de cualquier continente o país, viviera como lo hacemos los del Norte, harían falta al menos tres Tierras. Un ejemplo: en Estados Unidos hay un coche por cada dos personas. Si esto se extiende a todo el mundo -¿no tenemos todos los mismos derechos?-, amanecería de pronto un planeta con más de 3.000 millones de coches, al lado de lo cual la salida del puente de agosto sería una bucólica merienda campestre.

Los fabricantes de coches querían ayudas directas al automóvil y ya las tienen. Greenpeace dice que subvencionamos el cambio climático.

Y la segunda buena noticia: TV3, la tele autonómica de Catalunya ha dedicado toda la semana a la crisis, pero con criterio. Se han dedicado espacios en los programas habituales y se han elaborado especiales pero con "olor" de servicio público, con enfoque constructivo y además, desde el lema, Encaremos el futuro. El cambio económico, se daba por sentado el cambio de modelo. Chapeau!!!!! Una tele pública que ejerce de tal!!!!! No es poco en este momento en que los medios están únicamente preocupados por su cuenta de resultados, y la información sobre la crisis, en un alarde de profundidad y visión de futuro, se limita a los datos alarmantes, las fotos de colas del paro y las broncas políticas de parvulario. ¿Hacemos hemeroteca y miramos los periódicos de 1929?

Aunque de todo eso ha habido en esta semana temática, también se ha puesto el acento en propuestas y alternativas. Los alumnos del Màster en Innovació i Qualitat Televisives/Master en Innovación y Calidad Televisivas prepararon un programa especial con tres partes: Víctimes de la pobresa/Víctimas de la pobreza - Ajuts socials/Ayudas sociales- Canvis per encarar el futur/Cambios para encarar el futuro. El guión del último lo podría haber escrito una ONG: decrecimiento, cooperativas de consumo ecológico, austeridad, banca ética...

¿Peros? La semana se ha enfocado desde “nuestra crisis” y para “nuestras soluciones”. Los países empobrecidos siguen sin existir. La globalización sigue sin llegar a los enfoques informativos. Los problemas se siguen leyendo con la mente parcelada: política-economía-nacional-internacional. Mala-ment.

Araceli lo explica muy bien: el actual modelo de desarrollo que, en la práctica, seguimos considerando el mejor de los mundos posibles, contamina y destruye, generando empobrecimiento que, a su vez, contamina y destruye. Éste es el triángulo vicioso; más bien, viciado.

Más sobre el libro en la web d'Intermón.