sábado, 16 de mayo de 2009

Las subastas benéficas de Susanita

A mí también me lastima el alma ver gente pobre, ¡creeme!
Por eso cuando seamos señoras nos asociaremos a una fundación de ayuda al desvalido
y organizaremos banquetes en los que habrá pollo y pavo y lechón y todo eso! Así recaudaremos fondos...
...para poder comprar a los pobres harina y sémola y fideos y todas esas porquerías que comen ellos.

La columna de hoy de Martina Klein en La Vanguardia
Mafalda frente a Susanita

"Recuerdo una viñeta de Mafalda en la que Susanita demuestra a su amiga que a ella también le interesa el bienestar de los más desfavorecidos, y que planea, para cuando sea mayor, organizar banquetes de beneficencia por todo lo alto (...).

Habiéndome llevado la vida por los derroteros que derrocho a veces, me cuesta ser consecuente con las convicciones que me dibujó Quino en mis más tiernos inicios de lectura, y aquellas primeras certezas me juegan malas pasadas cuando me toca mantener la compostura en ciertos tinglados por los que transito, como por ejemplo, una cena benéfica. Esta semana asistí a una que no era de ricos contra pobres, que son las que por su clasismo latente me causan más repelús.

Esta era una cena en el Casino de Madrid orgnizada por la Fundación Aladina (ONG de Paco Arango que trabaja por el bienestar de niños que padecen cáncer y sus familias), y el plato fuerte era la subasta regentada por Sotheby's.

A quien asiste normalmente a este tipo de eventos no le llama la atención su funcionamiento, pero para una servidora que se ofreció con total desconocimiento de causa a subirse al estrado para incentivar la puja de los adinerados (...) fue una sorpresa extraterrestre.

Con Quino jugándomela en el occipital asistí a un deporte inaudito en el que el balón eran las pujas volando de mesa en mesa y de cien en cien euros. Mi cabeza iba de un lado a como tras una bola de ping pong (...).Cuando las cifras empezaban a superar los 2.000 euros por una camiseta firmada por Gasol o Casillas, a mí se me desencajaba la mandíbla, y cuando el lote de un tentadero con Cayetano Rivera Ordóñez marcó el record de la velada en 15.000 euro, se me cayó el micro.

Por mucho que me cueste encontrarme cómoda en los actos que entretienen a la sociedad de copete para aflojarle el bolsillo, tengo que aceptar que el fin justifica los medios; un fin que no llegaría a alcanzarse de forma espontánea porque escasea el tiempo para pensar en los demás (...).

Esa noche la Fundación Aladina logró reunir alrededor de 65.000 euros que van directos a mejorar las condiciones en los hospitales y a organizar campañas con respaldo médico para los niños con enfermedades graves (...).

Prefiero pensar que Mafalda estaría orgullosa de mí que pensar que he terminado pareciéndome más a Susanita".
Hay quien cree no aguanto a las modelos solidarias por algún que otro post... Pero Martina Klein me ha dejado k.o con esta manera tan sencilla y gráfica de explicar las contradicciones entre los discursos y las prácticas de captación de fondos de las organizaciones sociales. Así estamos: Mafaldas frente a Susanitas.

Mafalda estaría orgullosa de Martina Klein, pero no por su colaboración en ese circo "benéfico"... sino por haber escrito este artículo. La sorpresa no es encontrar una modelo inteligente: la sorpresa es re-descubrir, de esta manera, que Quino sigue en los occipitales y que ha sido, seguro, más efectivo que cientos de campañas de ONG porque su mensaje solidario era educativo pero lúdico, y de largo recorrido. Así como deberían plantearse la Educación y la Comunicación para el desarrollo o el cambio social.

Pero no, a la parte Susanita de Martina no le damos la razón: el fin no justifica los medios. Las ONG deberían cuidar sus colaboraciones con celebrities. ¿Cuántas hay como Martina Klein?

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