Sí se puede, pero cuesta. Aunque aún queda mucho
por hacer, el día que se aprobó el Tratado Internacional sobre Comercio de
Armas en Naciones Unidas mucha gente, de muchas organizaciones vinculadas a la plataforma-red-campaña
Armas bajo control, celebró el resultado de diez años de trabajo. En tiempos de
inmediatez, no está de más recordarlo. Diez años de trabajo.
En España, de hecho, muchos
más, ya que las ONG que se engancharon a la campaña internacional llevaban
trabajando por la transparencia del comercio de armas español desde 1994. IO
publicó hace algunos años Historia de un cambio posible, que recogía los aprendizajes de esta campaña internacional de incidencia política y que Jorge Castañeda recogía
en su blog.
¿Un buen ejemplo para las ONG de desarrollo? Después
de más de 60 años de cooperación internacional, sabemos que el mundo no ha mejorado
sustancialmente. Aún y la buena voluntad de entidades y personas, conocemos el
impacto negativo de la anticooperación: las interferencias y contribuciones
negativas que recibe el Sur (global) desde el Norte (global), es mayor que el
impacto positivo de la cooperación.
En el contexto actual, las ONG-D vivimos una catarsis. Tenemos
la oportunidad única de hacer partícipe a la sociedad de nuestro mensaje de
desarrollo global. Cómo dice María Sande, las ONG también somos el 99%. Hoy, más que nunca, nuestro trabajo puede ser útil para
extender los valores de justicia y solidaridad. Tenemos la oportunidad de ser coherentes,
de superar las lamentaciones por las pérdidas de subvenciones y donaciones. De dejar de
gastar esfuerzos en campañas de captación que promueven la caridad y limpian
conciencias, pero perpetúan las desigualdades. Tenemos la oportunidad de luchar
de la mano de los movimientos sociales. De poner nuestro esfuerzo en denunciar
los mecanismos de la anticooperación y trabajar por una transformación
social real y global. Y para hacerlo solo nos cabe trabajar aún más en
el Norte. Hacer campañas. Abrir procesos de incidencia política. Tejer red.
Y apoyarnos mucho mutuamente.
Disponemos de varias herramientas para hacer campañas para
la transformación social: podemos usar la investigación, el lobby,
la movilización social, la sensibilización, la comunicación
tradicional, la comunicación digital y las nuevas tecnologías. Pero
para decidir qué “mix” de herramientas necesitaremos utilizar tendremos que haber
investigado y planificado previamente.
¿Por dónde empezamos? Por marcar qué
queremos conseguir y para qué, identificando y definiendo muy bien el
problema a abordar, y la alternativa que proponemos.
También tenemos que definir con quién y para quién, es decir con qué actores se trabajará (aliados y no marcas), y a quiénes se dirigirá nuestro mensaje (público de incidencia, de apoyo, de sensibilización…).
Una vez sepamos nuestro objetivo, público, aliados y el mensaje o mensajes a transmitir, tendremos que definir una estrategia a partir de la combinación de las herramientas a nuestro alcance.
También tenemos que definir con quién y para quién, es decir con qué actores se trabajará (aliados y no marcas), y a quiénes se dirigirá nuestro mensaje (público de incidencia, de apoyo, de sensibilización…).
Una vez sepamos nuestro objetivo, público, aliados y el mensaje o mensajes a transmitir, tendremos que definir una estrategia a partir de la combinación de las herramientas a nuestro alcance.
Para implementar la campaña necesitaremos diseñar un plan
de acción que contemple actores, herramientas, cronograma, presupuesto y
recursos necesarios. En éste se definirán el dónde, el cómo, el cuándo
y el quién para las diferentes fases.
Tampoco podremos olvidar hacer una previsión de cómo gestionaríamos posibles riesgos, así como el monitorizar y valorar el desarrollo de la campaña para ir revisando la estrategia y adecuándola a la realidad.
Tampoco podremos olvidar hacer una previsión de cómo gestionaríamos posibles riesgos, así como el monitorizar y valorar el desarrollo de la campaña para ir revisando la estrategia y adecuándola a la realidad.
Por
último, pero no menos importante, no podemos olvidar nunca, los principios fundamentales de la comunicación para el cambio
social, en nuestro sector:
No te olvides de las causas
Para captar no todo vale
Piensa en la imagen
Ayuda a reflexionar
Acaba con la pornografía de la pobreza (por favor).
Podrás
encontrar más pistas sobre cómo planificar una campaña para la transformación
social en esta presentación:
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