“La propaganda del desarrollo la generan las estrellas de rock, los famosos y las ONG, y, dicho sea en su honor, sirve para centrar la atención en la situación desesperada de los miembros del club de la miseria. Sin embargo, este brazo propagandístico del desarrollo, obligado a generar eslóganes, imágenes e indignación, no tiene más remedio que simplificar sus mensajes. Por desgracia, aunque la penosa situación de los mil millones más pobres del mundo se presta a simplezas moralizantes, las soluciones exigen algo más. Estamos ante un problema que debe abordarse mediante varias medidas simultáneas, algunas de ellas aparentemente contrarias al sentido común, y no podemos basar la estrategia en esta especie de farándula del desarrollo, que en ocasiones es todo corazón y nada de cabeza”, Paul Collier, en su libro El club de la miseria extractado por El País
“Somos parte de una sociedad del espectáculo y de consumo, a la que hay que suministrar imágenes, valentía y sueño humanitario. El sólo hecho de resistirse a esta tendencia ya sería todo un acto de independencia”, Paula Farias, presidenta de MSF en el estupendo Cuaderno para el debate nº 20 de MSF
“la pregunta que surge es si la independencia humanitaria y la dependencia de las ONG de los medios de comunicación son compatibles. O si, de acuerdo de nuevo con Debord, las organizaciones de ayuda humanitaria –y no sólo aquellas que funcionan o se inspiran en la publicidad, buscando a egomaníacos como Bernard Kouchner– son en sí mismas parte esencial de la sociedad del espectáculo, de modo que la noción completa de independencia es quimérica”, David Rieff en el mismo Cuaderno de MSF
“pienso en lo difícil que a las organizaciones humanitarias les resulta escapar del efecto CNN que tanto critican, por la relación tan directa que existe entre el impacto mediático y la recaudación de fondos. Incluso sin querer, cuando denuncian, como es el caso de MSF y su informe de Las 10 crisis más olvidadas, acaban entrando en esa lógica. Por otra parte me preocupa el auge del uso de los famosos. Es bueno que se preocupen, pero no saben nada de estos contextos y sin embargo son voces muy persuasivas. Existe un claro peligro de caer en el catastrofismo humanitario, y Darfur nos enseña lo dañina que es esa estrategia. Parece que somos adictos a la palabra genocidio. Cuando comparas Darfur con Auschwitz, después no debes extrañarte de que empiecen a secuestrar niños para sacarlos del país”, David Rieff again, pero en la revista de febrero de MSF
“Creo que los famosos tienen derecho a implicarse, pueden suponer una contribución importante. Sin embargo, no me gusta cuando se implican famosos ignorantes o sin formación y sus opiniones cuentan más que las de otros. En el caso del tratado de prohibición de las minas antipersona, la decisión de no implicarlos fue deliberada. Puede hacer que el público general no comprenda el trabajo real de los activistas que trabajan todos los días”, Jody Williams, Premio Nobel de la Paz por su lucha contra las minas antipersona, en una entrevista reproducida por Insignia.
1 comentario:
Muy interesante... Para profundizar en estas reflexiones se pueden consultar algunas de las reflexiones que recoge el trabajo "Medios de comunicación y organizaciones humanitarias en la respuesta a las crisis" que puede consultarse en pdf en la web del IECAH (www.iecah.org).
En concreto, en mi capítulo sobre "Acción humanitaria y comunicación publicitaria" en este trabajo reflexiono precisamente sobre los retos de la comunicación para las organizaciones humanitarias y sobre los problemas que sus usos publicitarios -sobre todo- ocasiona n a la necesaria consistencia de su trabajo.
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