domingo, 2 de agosto de 2009

Y van 100


100 posts, 100 reflexiones sobre comunicación y sobre ciudadanía (desde, para, por, según, sobre, tras...). Y tenemos posts-rabieta, posts-académicos, posts-propuesta, posts-viñeta, posts-homenaje, posts-desahogo, posts-noticia...

Lo hemos conseguido: escribir-nos, compartir de esta forma poco formal lo que nuestros lugares de vida, trabajo o proceso no nos permiten compartir de otra manera. Y queda claro, revisándolos un poco, que nos hemos encontrado por nuestras intuiciones y no por nuestras convicciones, por nuestras dudas y no por nuestras lecturas, por nuestra capacidad de indignarnos y no por ser tan raros entre los nuestr@s.

Sin comunicación no hay red, no hay pensamiento, no hay conocimiento, no hay desarrollo, no hay participación, no hay democracia, no hay redistribución, ni justicia social. Sin comunicación no hay respeto ni cuidado. Sin comunicación no hay pasión, ni ternura.
Like the cronopios and the famas...

Los famas son capaces de gestos de una gran generosidad, como por ejemplo cuando este fama encuentra a una pobre esperanza caída al pie de un cocotero, y alzándola en su automóvil la lleva a su casa y se ocupa de nutrirla y ofrecerle esparcimiento hasta que la esperanza tiene fuerza y se atreve a subir otra vez al cocotero. El fama se siente muy bueno después de este gesto, y en realidad es muy bueno, solamente que no se le ocurre pensar que dentro de pocos días la esperanza va a caerse otra vez del cocotero. Entonces mientras la esperanza está de nuevo caída al pie del cocotero, este fama en su club se siente muy bueno y piensa en la forma en que ayudó a la pobre esperanza cuando la encontró caída.

Los cronopios no son generosos por principio. Pasan al lado de las cosas más conmovedoras, como ser una pobre esperanza que no sabe atarse el zapato y gime, sentada en el cordón de la vereda. Estos cronopios ni miran a la esperanza, ocupadísimos en seguir con la vista una baba del diablo. Con seres así no se puede practicar coherentemente la beneficiencia, por eso en las sociedades filantrópicas las autoridades son todas famas, y la bibliotecaria es una esperanza. Desde sus puestos los famas ayudan muchísimo a los cronopios, que se ne fregan.

Filantropía, Cortázar

Nos felicitamos. Felicidades chic@s.

2 comentarios:

Leandro Fernández Miró dijo...

Jeje, famas y cronopios, que maravilla!
Felicidades!

Laura S Torné dijo...

Happy birthday dear cicomunica
Muas muas