Hace unas semanas quedó atrapada en mi red una novedosa iniciativa de Acción contra el Hambre: la creación de la figura del Cooperante 2.0. Gran alegría la mía al ver que se empiezan a dejar atrás ciertas ticfobias entre las ONG. Dudas y expectativas me asaltaron también: ¿qué carajo será esto del Cooperante 2.0?
Según Innovación Social, que se hizo eco de la iniciativa:
La misión fundamental del cooperante 2.0 es transmitir y difundir la misión de la ONG Ación contra el Hambre. Por medio de las herramientas virtuales que están a disposición de los voluntarios en la web de la ONG, se crea el perfil del cooperante virtual. Y gracias a la difusión que haga a través de sus contactos de correo electrónico, redes sociales… con un pequeño gesto puede llegar a mucha gente [la negrita es suya].
Las herramientas: firma digital para correo electrónico, banners y logos de campañas para webs y blogs personales, y reenvío de noticias solidarias.
Entré en la web de Acción contra el Hambre en busca de información que pudiera contradecir mi sospecha: de acuerdo a lo leído, el Cooperante 2.0 es tan sólo un multiplicador de un mensaje cocinado en fogones ajenos. ¿Quieres ser un cooperante 2.0? En la web, te dicen cuál es tu misión, tu objetivo, tu tarea y tu recompensa. El sitio también te ofrece información sobre el estado del hambre en el mundo, sus causas y los caminos para combatirlo, y te invita a responder un cuestionario para certificar que estás preparado para ser un verdadero Cooperante 2.0, cargado de razones y argumentos. En el último escalón del proceso, Acción contra el Hambre te ofrece su Kit 2.0, para que puedas difundir la información producida a través de su perfil en Twitter, Facebook, Flickr y con la ayuda de las herramientas mencionadas (banners, mail, firma digital, logos).
¿Así es la cosa? ¿Es ésta la mayor virtud del 2.0? ¿Debe ser el Cooperante 2.0 un mero 'multiplicador' de mensajes? Por supuesto que nuestras cuentas en Twitter, Facebook i Flickr nos permiten llegar a más y diversos públicos gracias a la difusión en red de nuestros contenidos. Personalmente, tengo miedo que nos quedemos ahí, comunicando 1.0, sólo que por otras vías. Si algo nos permiten las herramientas 2.0 es acompasar nuestros valores como ONG (participación, horizontalidad, colaboración, inclusión, democracia) con nuestra comunicacción. ¿No deberíamos fomentar con ellas la participación abierta, el cuestionamiento y 'trabajo' de los mensajes y la construcción colectiva de las soluciones? Con eso, además de multiplicar contenidos, catalizamos acción y reflexión, generamos comunidades que intercambian, dialogan y proponen. Es también una cuestión de eficacia: no hay multiplicación del mensaje sin identificación y no hay mayor grado de identificación que aquel que se da con la participación activa de la gente.
¿Qué opináis?
1 comentario:
En Noviembre de 2009 organicé una recogida de mantas para un refugio de animales de Barcelona.
Usé mi blog, mi correo electrónico y mi Facebook para difundir la campaña y organizar la recogida del material. Tuvimos éxito. Se cumplió con creces el objetivo: llenar de mantas el refugio para evitar que los animales murieran de frío.
Eso es ser voluntario 2.0. Difundir la palabra también, pero tras la acción del voluntariado debe existir un plan y un objetivo a cumplir, más allá de decirle a tus amigos que hay hambre en el mundo. Quizá una campaña para captar socios, o cualquier otra iniciativa necesaria para la entidad.
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