Diario EcoLatino
Acabo de enterarme de que ha muerto José Luis Gavira (en la foto con barba), director de Radio Izcanal, radio-organización comunitaria de El Salvador. La radio nació hace 19 años, un año después del final de la guerra, en Nuevo Gualcho, una comunidad que formaron refugiados retornados de Honduras. José Luis debió valorar mucho que el año pasado, por fin, el nuevo presidente del país pidiera perdón en nombre del Estado por su guerra de terror contra los más humildes.
José Luis llegó al país cuando aún llegaban internacionalistas y no cooperantes. Montó la radio con la idea de cohesionar una comunidad artificial y dispersa que tuvo que asentarse en las peores tierras, y para la cual la autoorganización era la única posibilidad de sobrevivir en un país, y con gobierno, que se desentendió por completo de ellos. Pidió capacitadores a las asociaciones de solidaridad catalanas y así llegué yo hasta allí, en mi primer viaje al Sur: “capacité” al primer equipo de adolescentes exguerrilleros que ejercieron de locutores. Esa experiencia me quitó de golpe todas las tonterías de periodista imparcial y sabionda que iban asociadas al título de licenciada que apenas estrenaba. Entre los tesoros que arrastro de mudanza en mudanza está una cinta que me traje de aquellas primeras emisiones.
Todos estos años he ido observando desde la distancia como mi radio pulgarcita de América se convertía en una referencia por su constancia y compromiso social, y siempre pensé que volvería a visitarla y felicitaría a José Luis por su visión y su dedicación. Mis notas de entonces van a ser mi pequeño homenaje: sin su iniciativa no hubiera tenido la posibilidad de aprender lo que era realmente la comunicación al servicio de la justicia social y económica.
23/07/93, San Salvador
Dos años soñando con proyectos de comunicación en el tercer mundo y ahora estoy acojonada. Radios comunales, Radios del Frente, Radios de la Revolución y el Cambio Social. Si hay algún futuro sostenible, aguantable, tiene que proponerlo esta gente, el Sur, tienen la lucidez del niño ingenuo, pero el potencial de lucha y supervivencia del niño pobre que limpia cristales en los semáforos...¡cabrones los militares! ayer se llevaron 47 en una redada...
27/07/93, Nuevo Gualcho
Son las 14.35 y tengo libre hasta las 16h. A esa hora mi equipo se reúne para preparar el programa que empieza a las 18h y dura dos horas. Quizás no hay programa porque no sé que bomba no funciona. Este José Luis me trae loca, todavía no he podido hablar con él, siempre corriendo de un lado a otro. Urge hablar de las elecciones.
28/07/93
El programa de hoy ha salido chachi, ¡mi segundo programa!. No hay tiempo para capacitaciones porque las elecciones son el sábado. La mañana para preparar y de 4 a 8 programa. Esto es único y también desencantante. El país se aguanta por la cooperación y el dinero de los emigrantes. ¿Cómo motivarlos? Los chavales son majos pero el ambiente es tenso, de violencia latente, soterrada, los machetes, las pistolas, los niños llorando... Los dos o tres que valen, lo hacen mejor de lo que yo lo haré nunca.
2/08/93
El sábado elecciones, doce horas de emisión. 80% de participación y la radio ha jugado un papel importante. Ellos el resentimiento, la apatía, el alcohol. Ellas la fuerza, la comprensión, la esperanza. Mandaban a sus chiquitos desde Honduras a la guerra con 14 años. ¿Guerras revolucionarias? Ellos han hecho la revolución para otros, para el partido, para la historia... pero ellos mueren en Gualcho en casitas de uralita. Y luego parece raro que se vuelvan individualistas.
3/08/93
Mi primera capacitación. Estuvieron más atentos de lo que imaginaba pero no sé si se enteraron de algo. No sé si podría vivir aquí sin unos mínimos aunque jamás me imaginé jugando tranquilamente al dominó ignorando una docena de ratas. José Luis fue director de una empresa de electrónica. Para estar aquí se tiene que encontrar algo muy fuerte que te mantenga aquí.
José Luis llegó al país cuando aún llegaban internacionalistas y no cooperantes. Montó la radio con la idea de cohesionar una comunidad artificial y dispersa que tuvo que asentarse en las peores tierras, y para la cual la autoorganización era la única posibilidad de sobrevivir en un país, y con gobierno, que se desentendió por completo de ellos. Pidió capacitadores a las asociaciones de solidaridad catalanas y así llegué yo hasta allí, en mi primer viaje al Sur: “capacité” al primer equipo de adolescentes exguerrilleros que ejercieron de locutores. Esa experiencia me quitó de golpe todas las tonterías de periodista imparcial y sabionda que iban asociadas al título de licenciada que apenas estrenaba. Entre los tesoros que arrastro de mudanza en mudanza está una cinta que me traje de aquellas primeras emisiones.
Todos estos años he ido observando desde la distancia como mi radio pulgarcita de América se convertía en una referencia por su constancia y compromiso social, y siempre pensé que volvería a visitarla y felicitaría a José Luis por su visión y su dedicación. Mis notas de entonces van a ser mi pequeño homenaje: sin su iniciativa no hubiera tenido la posibilidad de aprender lo que era realmente la comunicación al servicio de la justicia social y económica.
23/07/93, San Salvador
Dos años soñando con proyectos de comunicación en el tercer mundo y ahora estoy acojonada. Radios comunales, Radios del Frente, Radios de la Revolución y el Cambio Social. Si hay algún futuro sostenible, aguantable, tiene que proponerlo esta gente, el Sur, tienen la lucidez del niño ingenuo, pero el potencial de lucha y supervivencia del niño pobre que limpia cristales en los semáforos...¡cabrones los militares! ayer se llevaron 47 en una redada...
27/07/93, Nuevo Gualcho
Son las 14.35 y tengo libre hasta las 16h. A esa hora mi equipo se reúne para preparar el programa que empieza a las 18h y dura dos horas. Quizás no hay programa porque no sé que bomba no funciona. Este José Luis me trae loca, todavía no he podido hablar con él, siempre corriendo de un lado a otro. Urge hablar de las elecciones.
28/07/93
El programa de hoy ha salido chachi, ¡mi segundo programa!. No hay tiempo para capacitaciones porque las elecciones son el sábado. La mañana para preparar y de 4 a 8 programa. Esto es único y también desencantante. El país se aguanta por la cooperación y el dinero de los emigrantes. ¿Cómo motivarlos? Los chavales son majos pero el ambiente es tenso, de violencia latente, soterrada, los machetes, las pistolas, los niños llorando... Los dos o tres que valen, lo hacen mejor de lo que yo lo haré nunca.
2/08/93
El sábado elecciones, doce horas de emisión. 80% de participación y la radio ha jugado un papel importante. Ellos el resentimiento, la apatía, el alcohol. Ellas la fuerza, la comprensión, la esperanza. Mandaban a sus chiquitos desde Honduras a la guerra con 14 años. ¿Guerras revolucionarias? Ellos han hecho la revolución para otros, para el partido, para la historia... pero ellos mueren en Gualcho en casitas de uralita. Y luego parece raro que se vuelvan individualistas.
3/08/93
Mi primera capacitación. Estuvieron más atentos de lo que imaginaba pero no sé si se enteraron de algo. No sé si podría vivir aquí sin unos mínimos aunque jamás me imaginé jugando tranquilamente al dominó ignorando una docena de ratas. José Luis fue director de una empresa de electrónica. Para estar aquí se tiene que encontrar algo muy fuerte que te mantenga aquí.
5/08/93
Ayer tocaba jornada de entonación y ritmo. Les pregunté como querían que entonara yo el texto y no pierden comba: ¡apasionada!
7/08/93
Mis niños están convencidos de que vuelvo el año que viene, aquí los internacionalistas siempren vuelven. ¡Si pudiera conseguir una ayuda para que les pagaran!
9/08/93
Estas capacitaciones supongo que solo sirven para alimentar la buena conciencia del que la imparte y para facilitar la convivencia libertaria de los alumnos, que salen de su rutina habitual. ¿Qué serà de Radio Izcanal?
11/08/93
Mi Elmer, un balazo en cada pierna con su 17 años. Aprendió a leer en Honduras y ahora “no se implica” ¿qué esperaban? Aplazaron su adolescencia y ahora la disfrutan; quizás no estaban convencidos de lo que hacían o quizás ya se cansaron de obedecer. Elmer estaba en el grupo en el que cayó la internacionalista francesa Madeleine Lagadec.
19/08/93
Izcanal es una planta que solo se da por aquí, un espino al que nadie se acerca porque está lleno de hormigas de las peligrosas, es lo único que se mantiene tal cual en verano. Nombre combativo. Radio combativa. Radio Izcanal: por encima de la lucha, de la violencia, del miedo, de la inseguridad... ternura.
Ayer tocaba jornada de entonación y ritmo. Les pregunté como querían que entonara yo el texto y no pierden comba: ¡apasionada!
7/08/93
Mis niños están convencidos de que vuelvo el año que viene, aquí los internacionalistas siempren vuelven. ¡Si pudiera conseguir una ayuda para que les pagaran!
9/08/93
Estas capacitaciones supongo que solo sirven para alimentar la buena conciencia del que la imparte y para facilitar la convivencia libertaria de los alumnos, que salen de su rutina habitual. ¿Qué serà de Radio Izcanal?
11/08/93
Mi Elmer, un balazo en cada pierna con su 17 años. Aprendió a leer en Honduras y ahora “no se implica” ¿qué esperaban? Aplazaron su adolescencia y ahora la disfrutan; quizás no estaban convencidos de lo que hacían o quizás ya se cansaron de obedecer. Elmer estaba en el grupo en el que cayó la internacionalista francesa Madeleine Lagadec.
19/08/93
Izcanal es una planta que solo se da por aquí, un espino al que nadie se acerca porque está lleno de hormigas de las peligrosas, es lo único que se mantiene tal cual en verano. Nombre combativo. Radio combativa. Radio Izcanal: por encima de la lucha, de la violencia, del miedo, de la inseguridad... ternura.
3 comentarios:
Muy bueno el post!. Se siente el combate, se huele la lucha y se afirma que hay batallas que nunca deben acabar, cuál es seguir abriendo espacios para hacer escuchar nuestras voces. Voces disonantes, voces alternas, voces igualmente válidas.
"Alma, corazón y vida". Excelente post, claro, sincero y lleno de humanidad. Gracias!
Mientras Montse rezaba para que el generador funcionase, otras andábamos intentando ayudar a un grupo de jóvenes exguerrilleros que trabajaban como maestros en las orillas del Lempa. Tenían la firme convicción de que la instrucción y la educación cambiarían los destinos de toda la comunidad.
Sin embargo, el sistema se ha dedicado a disuadirles en ese empeño de hacer que el mundo sea posible para todos, no solo para la oligarquía que envía a sus hijos a los Estados para que se perpetúe el poder en sus manos.
¡Montse, qué garra la tuya de entonces y qué sabia eres ahora!
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