viernes, 26 de octubre de 2012

17-O: Un nuevo relato para la pobreza (I)

Una de nuestras principales ONGD les preguntó recientemente a sus voluntari@s qué era lo que más les costaba explicar de la cooperación. El 70% dijo lo mismo: ¿Por qué ayudar fuera, cuando aquí hay tanta pobreza.? La gran pregunta. La gran respuesta.

Casi seis millones de parados, y Amancio Ortega va y dona 20 millones de euros a Cáritas, mientras las ONGD denuncian sus prácticasde explotación laboral por el mundo. Uf! Como dicen las abuelas cubanas... no es fásil m’hija!

Las ONGD han sido muy poco eficaces culturalmente. Ha hecho falta que nos aplastara nuestra propia pobreza, para darnos cuenta de lo poco que había calado el relato del empobrecimiento global. Del trabajo que quedó por hacer. No se hizo, al menos, con la misma intensidad con la que se diseñaron vallas y banners para hablar de las emergencias... de “otros”. Se dibujó un mundo del nosotros, y uno, de los otros. Y ahora la emergencia es nuestra, y las fronteras ya estaban trazadas.

Desde Catalunya hemos vivido los PGE como un déjà vu. Recortes y maneras calcados en cooperación internacional. Los mismos argumentos y el mismo desprecio al trabajo hecho. A saber: a) que sí, que sí, que sí, que mantenemos el compromiso con la cooperación pero recortamos un 70 el presupuesto,  b) que tampoco es tan grave porque había crecido exagerada e irresponsablemente,  c) que al fin y al cabo estamos haciendo lo que hacen todos los gobiernos europeos,  d) que las ONG se habían convertido en unas parasitillas y tienen que espabilar que para eso se llaman no gubernamentales,  e) y que si no ahí están las empresas privadas para hacer el trabajo. La cooperación rebajada, a golpe de guadaña, de política pública seria, planificada y consensuada, a caprichito de gobiernos despilfarradores.

La CONGDE y la FCONGD, amenazada una, torpedeada y renqueante la otra (como todas las coordinadoras autonómicas de ONGD) volvieron a la carga este 17-O con mensajes muy claros: Los recortes generan pobreza. Rebélate contra la pobreza. Fem un triple contra la pobresa. Desigualtats, fiscalitat, prioritats. Lástima que este 17-O como los últimos anteriores, estos mensajes, en su dimensión global e internacional, no los comprara casi nadie.

Aunque a menudo los periodistas que colaboran con las ONG creen que su aportación pasa por pedir dinero, en un reciente y excelente artículo, Culpables de ser pobres, Milagros Pérez Oliva se fijó, sin embargo, en un detalle  fundamental: sin confrontar relatos, las donaciones sirven de poco.
"El relato hegemónico presenta la crisis como una catástrofe natural, que ha ocurrido por una serie de fuerzas que no podemos controlar y que tiene consecuencias graves para todos. Como en las catástrofes, hay que resignarse, aceptar los sacrificios y colaborar para salir de ella”.
El mismo marco conceptual que permite culpabilizar a los pobres y a los parados es el que opera en los países del norte contra los del sur. El discurso culpabilizador genera angustia, pero también insolidaridad. Y abre la puerta a una nueva ignominia: la competencia feroz entre los mismos pobres por los escasos recursos disponibles.

That’s right. En todos los foros del tercer sector se repite de manera casi espasmódica que sin trabajo en red y sin fusiones no salimos de ésta, y si algo resulta hoy estratégico son las alianzas y las fusiones, pero de discurso, para cambiar esos marcos conceptuales. Como decía Oxfam en su estudio Finding frames: new ways to engage UK Public in global poverty, donde analizaba el relativo fracaso de la campaña Make Poverty History, hay que repensar los relatos sobre la pobreza, y hay que hacerlo, sobretodo, de manera colectiva. 

¿Será que las ONG de desarrollo habían ocupado demasiado espacio mediático? Sus discursos solidarios de nuevo rico y de consumo fácil no solo nos han llevado hasta aquí (si no hay, no se puede dar lo que sobra), sino que han invisibilizado la pobreza más cercana, y su actitud (como si jugaran en la liga ACB y los demás en tercera regional), las ha alejado de las ONG de acción social, que hoy encuentran justo y necesario su renovado protagonismo. Las declaraciones, los lemas y las imágenes siguen, sin embargo, muchas rutas abiertas por los departamentos de comunicación de las ONGD.

Desde esos departamentos, y con toda la humildad, pero con toda la sofisticación de la que han sido capaces para sus estrategias de publicidad y captación de fondos, tocaría ahora apostarle a instalar nuevos discursos comunes con esas ONG de acción social, romper ese “nosotros” tan local y tan estrecho, y abogar por perspectivas y soluciones globales: las únicas reales y efectivas. Sólo ese puede hoy ser el mandato. O eso, o además les fallaran, les fallaremos, a nuestros empobrecidos más cercanos. A nuestros prójimos próximos.

La crisis nos confina en nuestras prisiones mentales nacionales o estatales. La realidad real y global pierde audiencia. Pero ya hay personas clave en espacios clave que llevan incorporada la doble mirada Norte/Sur. Ya hay relatos clave posicionados como nunca en el debate público (gracias al 15M), como el de la desigualdad. Ya hay temas potentes como el del hambre y los alimentos para demostrar todas las conexiones. Y ya hay espacios, redes y campañas internacionales que nos pueden servir para darle la vuelta al discurso de la pobreza y, con él, al mundo.


PD: Mi reconocimiento enorme para tod@s los voluntario@s, los primeros y más importantes comunicadores de una entidad, que siguen tratando de responder preguntas difíciles, en un momento tan complicado. Ell@s son el mejor ejemplo de que se puede, y se debe, ver doble: nuestra pobreza es de tod@s, y la de los demás es también nuestra. 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Emocionada me has dejao...

Unknown dijo...

muy interesante reflexion. necesitamos un cambio en tantos aspectos...