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domingo, 26 de junio de 2011

Bon periodisme per a la desobediència informativa



Aquesta primavera fantàstica ha tingut molt d’exercici i pràctica comunicativa alternativa a gran escala. Les anàlisis se’ns van quedant desfasades cada dia.

Ja ho sabíem que el poder financer s’aguanta sobre les potes del poder polític i mediàtic, i que la majoria de la gent ho sent així. Però no era fàcil demostrar-ho. Voilà! Salvant les distàncies amb l’11-M, la mani del 19-J va ser, també, una mani de desobediència informativa. La credibilitat dels mitjans cau en picat i ni tota la unanimitat contra el moviment 15-M aprofitant els fets del Parlament, ni la màquina del grup Godó funcionant a tota pastilla, amb la Rahola multiplicant-se com un ninja passat de coca, van fer l’efecte desitjat.

Molta gent i també molts/es professionals han treballat durant anys, i més o menys conscientment, perquè fos possible. El Grup de Periodistes Ramon Barnils n’és un bon exemple com demostra el vídeo commemoratiu del seu desè aniversari. A més d’aquesta classe de periodisme exprés, aquesta setmana també han publicat, a través del seu Observatori crític dels mitjans, el primer Anuari de silencis mediàtics made in Catalunya. Agafant com a inspiració el llegendari Projecte Censored, 12 periodistes aborden alguns dels temes més silenciats del 2010 i fan la rèplica a les uniformes o escasses cobertures.

La selecció de temes i les peces que els tracten són canela fina: tot allò que no s’ha dit sobre alguns intocables (la família real i Samaranch), o la banca i rodalies (les autopistes d’Abertis-La Caixa, la dació en pagament, els guanys de la banca des de l’inici de la crisi o Andorra, el paradís fiscal català), sense oblidar els maltractaments i abusos als Centres d’Internament d’immigrants, les agressions racistes i feixistes al País Valencià, l’absolució de Núria Pòrtulas, l’estat d’alarma dels controladors o les consultes populars sobre educació de la Plataforma valenciana per l’Ensenyament Públic.

Per deformació professional em quedo amb el report de Laia Altarriba sobre les empreses catalanes que exploten de forma il•legal els recursos del Sàhara Occidental, perquè és l’únic en clau explícitament global/local.

Tant de bo que aquest nou cicle sociopolític comportés l’articulació d’iniciatives com aquesta amb moltes d'altres de l’estil per treure-les dels nostres guetos i construir un autèntic moviment popular alterinformatiu.

De Sol va sortir Periodismo ético ya i alguna cosa comença a moure’s quan la Defensora del Lector/a d'El País utilitza la seva columna per contestar a l’Observatorio de Medios de la Asamblea Popular de Arganzuela.

Se'ls escapa el monopoli però no podem renunciar a bones polítiques públiques de comunicació. Com aconseguim que a la gent li preocupi tant la informació com les hipoteques o l'atur? com ens ajudem els/les periodistes a perdre la por?

viernes, 3 de julio de 2009

El estigma de la definición

-->Artículo publicado en el número 144 del semanario La Directa

Cuando decidimos explicar lo que sea corremos el riesgo de que aquello sea conocido sólo desde la visión que hemos querido dar. En la tarea se acota al máximo con el fin de obtener argumentos esmerados y exactos. A menudo, sin embargo, esta exactitud microscópica nos limita la mirada, segmenta una realidad y, a veces, la desconecta de su entorno. La periodística es una de las profesiones que más exige relacionar una serie de acontecimientos que explican las causas y consecuencias de unas determinadas acciones.

Sin embargo, este carácter historiográfico del periodismo, de la redacción de la historia, que puede servir como referente a futuro, configura una realidad a partir de la suma de acontecimientos que parecen aislados. La yuxtaposición de hechos puntuales sin la explicación de las causas y relaciones puede dar la sensación de imparcialidad que tiende a buscar el periodista, pero también nos deja sin una explicación que sea coherente y probable.

Cuando se narra qué ha pasado podemos ver el porqué a partir de la manera de cómo se explica; este porqué, mantiene la carga ideológica de quien ejerce las funciones periodísticas. Es en este punto en el cual podemos omitir argumentos que se encuentren lejos de nuestras posiciones ideológicas, pero que dan un matiz diferente a los hechos narrados.

¿Hasta qué punto no estamos cometiendo el mismo error por el cual hemos decidido contar los hechos desde nuestra perspectiva? Es decir, la desinformación no sólo se manifiesta cuándo nuestros contrarios omiten parte de la historia, si no también cuándo no decimos todo lo que atañe. Quiere decir que un mismo acontecimiento puede ser narrado de formas diversas y que, por lo tanto, éstas serán también falsas por lo que respeta a los hechos. Escribir sobre una historia es reescribirla. Así pues, habrá que escoger bien aquellos elementos que consideramos la representa de la mejor manera, ya que decidimos hacer pública una historia y no sólo llegar a nuestro público; es un probable referente de quien quiera saber sobre aquel hecho.

La función de informar a la sociedad sobre unos determinados hechos, escogidos a partir de lo que considera importante quien redacta y atribuyéndoles una determinada carga emocional es legítimo y necesario, a la vez que complicado.

Mirar sobre un lugar iluminado hace el resto más oscuro. Es en esta oscuridad donde se sitúan los vínculos que conectan los acontecimientos en una sociedad relacional donde se piden respuestas que expliquen los cómos y los porqués de las injusticias.

martes, 23 de junio de 2009

"Les advertimos que las siguientes imágenes pueden herir su sensibilidad"

¿Os acordáis de esta frase que a veces decía el presentador del telediario? ¿Se sigue usando? Decidme que sí... Ayer la eché en falta. ¡Tanto!

No tengo tele desde hace más de siete años y no la echo nada de menos, pero a veces, en casa ajena, me gusta verla para ver qué tal va todo por ahí.

Eso ocurrió ayer por la noche y me quedé pasmada con un telediario amarillo y sensacionalista que parecía El Caso… y lo peor es que era el de Lorenzo Milà!! (Como no estoy actualizada, sigo pensando en él como el majete de La 2 Noticias)

¿De qué me sirve a mí saber cómo mató ese tipo a su mujer? ¿De qué me sirve saber de ese y ese otro accidente de coche? ¿Y ver las imágenes del siniestro? ¿Y las declaraciones de la vecina diciendo que la víctima era una chica muy maja?

Pero lo peor de todo, esas imágenes. La muerte en directo de una chica en Irán, que según parece fue alcanzada por un disparo cuando pasaba cerca de una manifestación. La imagen morbosa del móvil que graba, la chica tendida en el suelo. Tú estás mirándola y masticando, escuchando al locutor. Sin previo aviso, ves su mirada de lado a lado y, acto seguido, queda petrificada. Un segundo de suspensión y un hilo de sangre sale de la boca y recorre su mejilla ya inmóvil. “¡¿Pero qué mierda es esta?!” Dimos un respingo. Muerte en directo sin avisar. ¿Era necesario?

Y lo más inquietante era que tampoco les dio mucho pudor y acto seguido que si un helicóptero se ha caído que si mira cómo ha quedado este coche después del accidente… Y otra cadena de televisión difundió la noticia en los mismos términos.

Una duda inquietante nos asaltó: ¿Es así como se están haciendo ahora los telediarios? ¿Será que llevamos muchos años sin tele y sólo a nosotros nos sorprende ya?

No he podido quitarme de la cabeza la imagen de esa chica muriendo, pero eso no ha hecho que comprendiera más lo que está pasando en Irán. De hecho, acabó el telediario y me di cuenta de que no había aprendido nada sobre nada de lo que pasa en el mundo. Ni un mínimo aprendizaje, nada.

Ayer eché en falta esa frase. “Les advertimos que el contenido de las imágenes que van a ver a continuación pueden herir la sensibilidad de algunos telespectadores”. Seguramente no era una frase tan bienintencionada y que se ha llegado a usar en más de un caso para atraer la atención de nuestras morbosas mentes... Pero por favor, decidme quienes tenéis tele que se sigue usando. Ni que sea de vez en cuando.

miércoles, 27 de mayo de 2009

Shell guilty/Saro-Wiwa is still alive


De El País de hoy: "Saro-Wiwa estaba al frente de las masivas protestas organizadas por los ogonis en 1993. Querían denunciar el daño sobre el delta de Níger de la actividad petrolera. El choque se extendió por varias comunidades locales. Para restaurar el orden, el Gobierno militar de Sani Abacha mandó al Ejército. Saro-Wiwa fue arrestado en 1994 junto a otros líderes del Movimiento por la Supervivencia del Pueblo Ogoni (Mosop, en sus siglas en inglés) acusados de asesinato. Tras ser juzgados, fueron ejecutados en noviembre de 1995. El juicio empieza hoy".

De El País de ayer: "El Instituto Internacional para el Medioambiente y el Desarrollo (IIED) y la FAO dicen que África está regalando sus tierras a las grandes corporaciones".

Casi imposible encontrar un poema de Saro-Wiwa traducido. La plataforma de apoyo: remembersarowiwa.org.

"La verdadera prisión
no es el techo que regalima
ni los mosquitos que zumbean
dentro de la celda húmeda y miserable
no es el chirriar de las llaves
cuando el vigilante os recluye
no son las magras raciones
impropias para la béstia o para el hombre
tampoco los dias vacíos
que se hunden en el vacío de la noche
No es eso
No es eso
No es todo eso
Son los engaños introducidos
por nuestras orejas durante toda una generación
es el agente de policía enfurismado
ejecutor sin ánimo de órdenes calamitosas
a cambio de una paga miserable
el magistrado que consigna en su libro
una pena que no es merecida
la decrepitud moral
la ineptitud mental
0rdinaria de los dictadores
la cobardía disfrazada de obediencia
escondida dentro de nuestras almas denigradas
el miedo que moja los pantalones
que no se atreven lavar
Es eso
Es eso
Es eso
Querido amigo
Lo que transforma nuestro mundo libre
En lóbrega prisión"
Ken Saro-Wiwa

lunes, 28 de enero de 2008

Silencios informativos

En las últimas semanas me he enterado de un montón de hechos, imaginaciones o rumores que me importan nada. Mi espacio informativo se ha visto invadido por rostros y nombre que, con benevolencia propia de tan melífluas fechas, puedo considerar irrelevantes, supérfluos. Pero supe de la muerte de Gonzalo Arias con unas dos semanas de retraso y por casualidad. Intenté averiguar si se debía a un ataque de autismo; hice una búsqueda a ver dónde salió la noticia. No salió, lo que viene a significar que no fue noticia. Poca gente ha hecho tanto en este país por la noviolencia; es decir, por abrir una ventana para ver las cosas de otro modo y vivir de otro modo.
Hace años que clasifico la información en pertinente, no pertinente y claramente impertinente. Me reafirmo.